El Real Madrid tiene la sensación de que la situación de Arda Güler (19 años) ya ha pasado de castaño oscuro. El turco, uno de los destacados de la Eurocopa y autor de seis goles en 10 ratos en la pasada Liga, sigue sin ascender al rol importante que se le prometió y en el último mes suma apenas 1′ con su club. En la remontada contra el Dortmund apareció en el añadido y frente al Celta y en el Clásico ni saltó al campo. En el derbi contra el Atleti tampoco salió, en la Supercopa de Europa jugó 3′ y ni en un duelo abrochado ante el Villarreal, justo antes del parón, Ancelotti le dio más de 12′. Ha disputado un total de 251 minutos en Liga (el 25%)… y los datos parecen justificar el mosqueo de Florentino Pérez, que empieza a impacientarse con el papel residual que ha reservado el técnico para el ’15’ y el brasileño Endrick.
Tal y como informó Relevo en el día de ayer, al presidente, también disgustado con el mal juego y la ubicación de Bellingham, le domina la sensación de que se le está sacando poco partido a futbolistas que vienen pisando fuerte. Uno de ellos, por supuesto, es Güler. Nadie entiende en el club cómo Endrick y él tienen tan poco protagonismo cuando brillan con sus selecciones y, encima, cada vez que han salido han ofrecido un excelente rendimiento. El otomano salió a un tanto en Liga cada 62′ en la 2023-24 y siempre deja píldoras de talento que alegran el juego y agitan al resto. Pero, a pesar de que ni la máquina engrasa ni los atacantes (salvo Vinicius) encuentran su mejor versión, Güler sigue sin gozar de protagonismo en los días D. Brahim, que venía de seis semanas de baja, le adelantó por la derecha en el 0-4 del Barça en el Bernabéu.
En total, el mediapunta turco ha disputado 292 minutos de los 1.350 disputados (15 partidos), lo que supone un pírrico 21,6%. Peor lo tiene Endrick, con sólo 107 minutos (el 7,9%), pero se entiende que Arda es un jugador más hecho, con un año más de experiencia en el Madrid, que ya ha marcado diferencias en un torneo continental y con un encaje más sencillo por su capacidad para jugar como interior, volante o hasta segundo delantero. Endrick, un ‘9’, sólo puede moverse entre el centro del área y el extremo derecho… y la demarcación de ariete es propiedad indiscutible de Mbappé.
Si el ex del Fenerbahçe sale a una media de 22′ por jornada, la comparación con el resto de jóvenes que coparon los cinco primeros puestos del Trofeo Kopa (el Balón de Oro de los futbolistas menores de 21 años) resulta apabullante. Lamine, ganador del premio y dos años menor que Güler, presume de haber estado en el campo durante 890′ en la competición doméstica. El tiempo lo decora con cinco tantos y seis asistencias. Yamal fue el único que superó a Arda en la votación. El tercero en el ranking, Cubarsí, presume de 845′, más del triple que el otomano. El cuarto, Mainoo, ha jugado 574′ con el Manchester United; y Savinho, que completó el top-5, se queda en 456′ (y tres asistencias) con el City.
El resto de nominados que se quedaron a años luz de la perla del Madrid también gozan de muchísima más continuidad en sus equipos. Desde Garnacho, con 590′ y dos goles a sus espaldas en un United que pronto será de Amorim, hasta João Neves y Zaïre-Emery, indiscutibles por fútbol y cifras en el PSG de Luis Enrique. La comparación tampoco se sostiene si se mide con otros jugadores de LaLiga.
Marc Bernal, que se rompió el ligamento cruzado en la jornada tres, ha acumulado prácticamente el mismo tiempo de juego (244′ vs. 251′) que la joya de Altındağ. Y Rafa Mir, apartado en su momento de la dinámica del Valencia tras ser acusado de dos delitos de agresión sexual a principios de septiembre, sólo ha jugado 10′ menos que Arda. En clave Real Madrid, el centrocampista es el 15º en minutos. Sólo supera a Camavinga, Brahim y Ceballos, que han estado más tiempo K.O. que a disposición del míster; a Lunin, portero suplente; y a Endrick y un Vallejo condenado al ostracismo.
Así las cosas, la frustración con la que el ’15’ vive su situación también parece comprensible. Y más cuando ve como el equipo no arranca y él tampoco emerge como solución. Con Turquía no para de brillar (en la última ventana protagonizó otras dos exhibiciones, con gol y penalti provocado contra Islandia y una ‘masterclass’ frente a Montenegro) y Montella volverá a llamarle para los partidos oficiales de noviembre contra Gales (16-N) y Montenegro (19-N). En apenas cuatro encuentros con Turquía, Güler acumula 352′ de juego. Son 60′ más que con el Madrid y otro parámetro que llena de argumentos a Florentino.
El prisma de Ancelotti
Carletto, mientras, responde que nada se debe a un capricho. Y hay ejemplos de sobra que verifican que su gestión de minutos casi nunca resulta equivocada y que termina por sacar partido a todas sus perlas. Además del overbooking en la medular y el ataque, el técnico del Real Madrid no está del todo contento con la implicación defensiva de Arda Güler en las sesiones de entrenamiento y le pide más para jugar. La temporada pasada, algo común en los jóvenes, el cuerpo técnico y algún que otro pilar del vestuario no estaban contentos con su intensidad y con alguna indisciplina y le tuvieron que llamar a capítulo. Luego reaccionó. Ahora, más maduro, el mediapunta espera que su protagonismo vaya en aumento… y que su irrupción no se demore más allá del choque contra el Milan del próximo martes.